Visual Vírgenes y Toxicómanos
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___Creemos que la realidad es algo sólido, estático, y que vivimos en un mundo que se rige por ciertas normas relativamente comprensibles. Pero parecería ser que no es así. En varios de mis libros he comentado muchos casos que no tienen una explicación racional o científica. Pertenecen al misterio, a esa zona de indiscernibilidad que está más allá de lo que hemos aprendido en la escuela.
___Ernesto Sábato, por ejemplo, que era un científico prestante antes de convertirse en escritor, se sintió siempre atraído por esos casos en los cuales las explicaciones racionales fracasaban por completo. En un libro de conversaciones con Carlos Catania (Entre la letra y la sangre) cita un ejemplo cautivante: la premonición del pintor Víctor Brauner, que pinta un autorretrato en 1931 sin un ojo, tuerto, y siete años después, en 1938, un medio de una pelea entre amigos artistas, él intenta mediar y uno de los otros pintores arroja un cristal que termina dañándole un ojo de manera irremediable. El círculo surrealista (que Sábato vigilaba desde lejos en París) a veces se reunía en los cafés y comentaba con frecuencia este caso. ¿Una anticipación del inconsciente? ¿Un salto temporal que a veces el cerebro logra sin proponérselo? ¿Una profecía de auto-cumplimiento? No hay cómo explicarlo sin especular.
___En 1898 el escritor Morgan Robertson escribió la novela El Hundimiento del Titán o la Inutilidad, que pasó en su momento desapercibida para la crítica. Se trataba del hundimiento de un trasatlántico gigante que era considerado la nave más poderosa de su tiempo, y que, sin embargo, chocaba contra un iceberg y se hundía. El autor relataba con lujo de detalles que muchos de los pasajeros morían por falta de botes salvavidas.
___Lo increíble es que catorce años después, el 15 de abril de 1912, a un barco llamado el Titanic le sucedió exactamente lo mismo, como si la trama de la novela hubiera sido llevada a la realidad por manos invisibles. ¿Cómo sucedió esta aparente casualidad? ¿De qué manera el novelista pudo anticiparse a una de las tragedias más famosas de la historia de la navegación? Ni idea. Toca empezar a urdir distintas teorías.
___Hay un artista argentino, Benjamín Solari Parravicini, que dejó unos dibujos inquietantes. En uno de ellos se pueden ver las Torres Gemelas de Nueva York y, al lado, una frase que dice que el monumento será atacado dos veces. La imagen da la idea de que a continuación los edificios se vienen abajo.
___Y, de nuevo, viene la extraña coincidencia: el viernes 26 de febrero de 1993 un grupo terrorista financiado por Al Qaeda puso 680 kilos de explosivos en los sótanos del World Trade Center. La idea era derrumbar las dos torres desde los mismos cimientos. El atentado falló y mataron a seis personas y dejaron heridas a más de mil.
___Ocho años después, en el 2001, atacaron las dos torres con dos aviones y se llevó a cabo el atentado terrorista más impactante de nuestro tiempo. De inmediato, en los medios artísticos, salieron a relucir los dos dibujos de Parravicini y su extraña profecía. ¿Cómo pudo anticiparse de ese modo un hombre que murió en la década del setenta y que vivía en el fin del mundo? Toca salirse de las coordenadas normales para poder vislumbrar qué pudo haber sucedido.
___Hace poco la plataforma Netflix estrenó un documental de tres episodios en los cuales el actor español Pedro Alonso (famoso por su papel de Berlín en La Casa de Papel) se dedica a viajar por el México profundo para intentar comprender las realidades alternas que experimentan los chamanes y los maestros espirituales. La serie se llama En la nave del encanto y vemos al mismo Alonso experimentando en esos viajes por mundos invisibles.
Algo está claro: lo que llamamos realidad es una breve porción de algo más grande. Y hay personas que se conforman con esa tajada. Está bien, están en su derecho. Pero no deja de ser triste pasar por esta vida y no hacerse ciertas preguntas que nos saquen de la zona de confort. Porque vivir en la normalidad es la verdadera miseria.