Portada Débora Arango de perfil
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___Acabo de terminar el libro de Víctor Cabezas, Débora Arango de perfil (Planeta, 2025), en el cual el autor nos va relatando con una minucia de relojero el entorno, las influencias y la confrontación inevitable de esta artista con un establecimiento mojigato y entregado por completo a la violencia y la muerte.
___Las primeras influencias de Débora Arango vienen de sus dos maestros, Pedro Nel Gómez y Eladio Vélez. Ambos artistas antioqueños terminaron viviendo en Europa, donde fueron amigos y colegas, hasta que un tema de dineros termina por quebrantar la amistad. Débora aprende de ambos, se nutre de ambos, pero al final se da cuenta de que necesita buscar su propio camino, crear su propia estética.
___Ella era una artista bastante particular: por un lado, era una creyente devota y conservadora, pero, por el otro, al momento de crear, era como si una presencia distinta la invadiera. Terminaba pintando siempre unos desnudos y unos retratos que se oponían a la norma y se sublevaban al canon establecido.
___Una primera exposición que hace en Medellín es considerada indecente y demasiado atrevida. Es el primer mensaje que le envía la sociedad de su tiempo: esperamos de ti otra cosa, por favor, compórtate y no busques escandalizar. No es fácil para ella aceptar ese dictamen que aparece en varios diarios y revistas de la época, pero tampoco quiere polemizar ni convencer a nadie. Ella sabe muy bien que no es trabajo del artista andar explicándole al establecimiento cultural que el arte no tiene nada que ver con la moral.
___Una situación muy similar se repetirá en Bogotá, en una exposición en el teatro Colón sobre la cual Laureano Gómez despotricará en un artículo en el periódico El Siglo:
___Las acuarelas expuestas en el Colón no llegan siquiera a ese mínimo grado de contenido aristocrático. Constituyen un verdadero atentado contra la cultura y la tradición artística de nuestra capital, son un desafío al buen gusto del público y no vacilamos en declararlo así, constituyen un irrespeto por el aristocrático lugar en el que se exhiben.
___Víctor Cabezas nos recuerda que dicha exposición fue llevada a cabo gracias a una mujer, Amparo Jaramillo, que por aquel entonces era la esposa del ministro de Educación Jorge Eliécer Gaitán.
___Unos años después, en abril de 1948, asesinan a Gaitán en extrañas circunstancias. El responsable es un hombre humilde y trastornado: Juan Roa Sierra. Ese día está también en la ciudad el líder estudiantil Fidel Castro, que una década después hará una revolución en su tierra natal, Cuba. Es un momento confuso que hace estallar la rabia contenida de un pueblo que veía en Gaitán a un líder moreno y aindiado que no se parecía a la oligarquía que los había segregado con desprecio y altivez. Débora Arango pintará al respecto un cuadro memorable: La Masacre del 9 de abril.
___Cuando Débora Arango expone en Madrid todavía se encuentra en el poder el dictador Francisco Franco. Y la historia vuelve a repetirse: al segundo día alegan que hubo un corte de luz y la exposición queda relegada a un tercer plano y olvidada.
___¿A qué le teme tanto ese establecimiento pacato y mojigato? La respuesta no es difícil: al cuerpo, al deseo. No hay que olvidar que quien teme a Eros termina sirviendo a Tánatos. El país se lanzará en un vértigo de sangre y destrucción que no ha parado al día de hoy. Los cuadros de esta artista dieron en el blanco desde el comienzo.
___Quizás por eso mismo Débora Arango se encerrará durante treinta años en una casa en Envigado, lejos de la humanidad, a pintar una obra magnífica que terminó siendo uno de los mejores testimonios de la belleza y la crueldad de nuestra miserable condición humana.
___El libro de Víctor Cabezas es un entramado de personajes que entran y salen del relato para recordarnos que una vida siempre está relacionada con otras, que nadie es una isla y que todos dependemos de otros y conformamos nuestra identidad a partir de un nosotros que es preciso estudiar y analizar.
