Foto: Sebastián Urrego
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___Hemos cerrado un encuentro más en esta Filbo 2025. Por fortuna, este año me encontraba mejor de salud y pude llegar más fuerte y concentrado. No saben lo que me genera verlos a todos ustedes ahí, en las filas de las firmas o de los eventos, con sus libros en la mano, leyendo o intercambiando opiniones. Esas escenas indican que no todo está perdido y que, aunque seamos una minoría, estamos intentando resistirnos a la debacle general.
___En los breves segundos que logramos compartir en la firma, casi siempre les pregunto qué hacen, dónde trabajan o estudian, y sus respuestas desde distintos frentes no dejan de conmoverme significativamente. Son estudiantes, mecánicos, soldados, policías, comerciantes, contadores, cajeros, modelos webcam, estilistas, amas de casa, expresidiarios, de todo. Es impactante constatar que la biblioteca sí puede llegar a todo el mundo, a todos los estratos, a todas las edades. Esa ha sido mi gran lucha: democratizar la lectura. La literatura para todos.
___Muchos de ustedes me preguntaron en esta ocasión por el lema “leer es resistir”. Creo que, en una época de redes sociales, de Photoshop y de selfis, en donde hay un culto exagerado al yo, un colectivo que no desea quedarse atrapado en el pronombre personal de primera persona del singular, sino todo lo contrario, que anhela aventurarse al tú, al ella, al nosotros, es subversivo y emancipador.
___La literatura es, sobre todo, la experiencia de estar metidos en otros cuerpos, en otras culturas, en otras vidas completamente distintas de las nuestras. No queremos convertirnos en un yo agigantado y monstruoso, que es lo que nos propone el establecimiento, sino que anhelamos sincera y profundamente acercarnos al otro y encarnar en él para entenderlo mejor. El odio de las redes sociales demuestra un rencor sordo por nuestro semejante. Creo que la lectura ayuda activamente a la democracia participativa al permitirnos adentrarnos en otros seres y vivir sus vidas, sus dilemas, sus experiencias más íntimas.
___Esta es la razón por la cual la literatura construye un nosotros poderoso. Ver a tantos lectores apasionados por las historias y los personajes de sus libros es esperanzador. Es cierto que en lo macro nos vamos acercando a un abismo cada vez más aterrador y que no lograremos detener la hecatombe. Pero en lo micro aún podemos resistirnos, aún podemos decir no, aún podemos comportarnos de un modo muy distinto a como se comporta la mayoría.
___Creo en un movimiento pacífico de resistencia civil a través de la lectura. No agredimos a nadie, no insultamos, no calumniamos, pero eso no significa que seamos mansos ni obedientes. Todo lo contrario: nuestra desobediencia es nuestra máxima virtud. Por eso fue tan bello y poderoso este encuentro: porque en medio del desastre aquí continuamos, firmes y vigilantes, invisibles pero atentos, callados pero presentes. Muchos de nosotros estamos rotos, escindidos, deprimidos, sentimos que no hay un horizonte hacia dónde dirigirnos, pero aun así no bajamos la guardia y nos negamos a ser reclutados para participar de la catástrofe. Y esa actitud no me parece banal ni insignificante.
___Gracias a todos ustedes por esta demostración de fuerza silenciosa pero efectiva. Gracias de corazón a corazón.
___Con respeto y admiración,
___Mario Mendoza