Arte vírgenes y toxicómanos.
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___Desde siempre he sentido fascinación por las historias de personas que dicen que van a comprar cigarrillos y no regresan nunca más. Bien sea en la vida real, como la extraña desaparición de Agatha Christie durante varios días, o en la ficción, como la desaparición del señor Santiago en la película Confesión a Laura, de Jaime Osorio, me seduce sobremanera esa fuerza que saca a alguien de su cotidianidad y lo lanza a una aventura impredecible.
___Por el otro lado, he sospechado desde que era estudiante universitario que la realidad es un elemento plástico, maleable y que no es posible definirla con precisión. No hay una realidad objetiva, sino que cada uno de nosotros la acomoda, la reinventa, la reinterpreta. La realidad siempre es subjetiva. Un escritor como Ernesto Sábato, por ejemplo, que era físico teórico, terminó seducido por las teorías surrealistas y se retiró de las Ciencias Exactas para pasarse a la Literatura. Durante años vivió obsesionado con el mundo de los ciegos y relató que ellos constituían una secta secreta muy antigua que escondía misterios milenarios. Al final, Sábato se quedó ciego y constató que el inconsciente teje la realidad, la anticipa, la moldea.
___Cuando estaba trabajando en mi libro Paranormal Colombia tuve acceso a una serie de historias de primera mano de artistas, intelectuales y gente del común que experimentaron en algún momento cómo la realidad se desdoblaba de manera incomprensible. Como columnista también entrevisté muchas veces a testigos de hechos misteriosos que no sabían después cómo explicarlos racionalmente.
___En las clínicas psiquiátricas abundan los testimonios de pacientes que han cruzado la línea hacia dimensiones desconocidas de lo real y que sospechan que no se trata de un trastorno mental, sino de un viaje oscuro y enigmático a ciertos reinos prohibidos.
___Mis lecturas me condujeron finalmente a revisar distintas generaciones de psiconautas, de viajeros de la mente que experimentaron con ciertas sustancias alucinógenas, desde Baudelaire hasta William Burroughs, pasando por Aldous Huxley, Terence McKenna y Timothy Leary.
___Mis libretas están llenas de notas de estos sujetos y siempre supe que en algún momento tendría que enfrentar una novela completa sobre el tema. Hasta que en el año 2023 empecé con juicio a hacer un esquema de lo que podría ser ese libro. Luego dibujé una posible estructura, hice estudio de cada uno de los personajes y decidí sentarme con juicio a escribirlo.
___Y resultó siendo Vírgenes y Toxicómanos, una novela que es, de alguna manera, un testamento con respecto a qué considero yo que es lo real. Trabajé en él apenas me mudé de casa. En el patio de atrás, estaba la casa de mi infancia, adonde yo había llegado a los ocho años recién salido del hospital. En la casa de al lado, había pasado toda mi adolescencia y había escrito mis primeros textos. Y en la nueva casa acababa de llegar ya viejo y canoso. Muy extraño. Ahí estaban el niño, el joven y el viejo, apenas separados por unos muros artificiales. Todos los tiempos precipitándose hacia el ahora.
___Espero que los lectores disfruten esta historia. Y que al final duden de su realidad, que la miren de reojo y que sospechen de ella. Eso quizás los lance a salirse de las coordenadas establecidas y a emprender su propia aventura.